Nuestra estancia en el haya fue muy agradable. La habitación era amplia y cómoda, perfecta para descansar. El desayuno en el bar de abajo era delicioso y generoso, además, el servicio de limpieza diario mantenía todo en orden. Lo mejor fue la atención de la chica en recepción. su amabilidad hizo que nos sintiéramos como en casa.

Lo puedo recomendar.

El hotel tiene habitaciones amplias y limpias, con un baño agradable, aunque el ruido del bar y de la carretera a veces interfería en el descanso. La comida del restaurante es sabrosa y generosa. disfruté mucho de la tortilla de patatas en el desayuno, que fue un buen comienzo para el día.

Ruido del bar interrumpía nuestro descanso.

Ojito con esta reseña…

Las habitaciones fueron algo decentes, pero los pequeños detalles como los pelos en las almohadas y las sábanas desgastadas no pueden pasar desapercibidos. Además, el desayuno continental no cumplió con las expectativas y nos sentimos ignorados por el personal. En resumen, no vale la pena lo que se paga aquí.

el hotel parecía prometedor, pero al final, fue todo lo contrario. la comida es un menú muy limitado, y si no tienes coche, huye. además, el ruido del bar era insoportable, me pensé que era un castigo. incluso esperé un gesto de cortesía por mis inconvenientes, pero claro, eso no sucede aquí. casi escribo una buena reseña, pero no pude.

el ruido del bar era molesto en nuestra habitación. aunque , las camas eran cómodas y disfrutamos de una cena sabrosa con un buen vino. el desayuno fue muy completo y la atención del personal fue amable.

El restaurante me sorprendió con una variedad de pintxos tan buenos que parecía que estaba en una fiesta de tapas. Los platillos estaban más frescos que mi ánimo un viernes por la tarde después de una larga semana. Además, las habitaciones contaban con Wi-Fi gratuito, lo que hizo que poder compartir mis fotos de la cena fuera un juego de niños.

Ruido del bar

Las habitaciones son amplias, cómodas y limpias. El ruido del bar es intrusivo durante la noche, lo que dificulta dormir.

La habitación parecía recién reformada, con una decoración bonita y colchones cómodos. Sin embargo, el ruido del bar abajo era un problema. De madrugada, se oían muchas voces y risas que dificultaban descansar bien. El desayuno era bastante básico, café o zumo con bollería, aunque la tortilla de patatas estaba realmente rica. La comida y cena en el restaurante eran decentes, pero podría mejorar la variedad en el menú. El personal fue amable, aunque no siempre estaban disponibles para ayudar. En general, es un buen lugar de paso, pero necesita un poco de atención en la insonorización y en la variedad de opciones de comida.

La estancia fue agradable, especialmente por la comida, éramos una familia con niños y disfrutamos de una cena deliciosa que nos llamó la atención. La habitación era cómoda y muy limpia, lo cual es esencial cuando viajas con peques.

A mis hijos les hubiera encantado un parque o área de juegos para que se divirtieran más durante nuestra estancia.

Habitaciones cómodas y limpias

El hotel ofrece habitaciones amplias y confortables, ideal para descansar durante el viaje. Me gustó especialmente la limpieza, aunque noté algo de polvo en la mesita de noche. Sin embargo, el ruido de los huéspedes en los pasillos puede ser molesto si esperas un descanso prolongado.

Ubicación práctica, habitaciones bien decoradas y cómodas. Comida rica y sabrosa, ideal para viajeros. Un poco de ruido de la calle y la atención podría mejorar, pero en general, un lugar que cumple su función.

Buena limpieza y cama cómoda, pero se oyen ruidos de otros huéspedes toda la noche.

Qué delicia fue probar la tortilla de patatas en el desayuno! Un plato contundente que te hace empezar el día con buen pie. La habitación, reformada y con una cama cómoda, fue un verdadero remanso de paz. Además, disfrutamos de un servicio de limpieza diario que mantenía todo pulcro y en orden.

El ruido del bar se colaba en nuestro cuarto desde bien temprano hasta la noche, lo que hizo un poco difícil descansar. Las ventanas eran algo incómodas de manejar y la habitación daba a la carretera, lo que sumaba un toque más de ruido. Un par de noches sin dormir, pero al final, aún guardamos buenos recuerdos.